Dejar el chupete

Esta semana hemos vivido un momento para marcar en el calendario de nuestra familia. ¡Mi hija mayor ha dejado el chupete! Que conste que digo DEJAR, no quitar.

Soy partidaria que todo proceso de estas características debe ser por decisión del niño y lo hará cuando se sienta preparado. Igual que ocurre con el pañal. No se quita, se deja. Y lo dejarán cuando se sientan realmente capacitados para ello.

Sobre este tema existen dos visiones:


  • La primera es aquella en la que se resume con la frase:

“Yo se lo quité a mi hijo y no ha tenido ningún trauma”. ¿Lo habéis escuchado alguna vez?


  • La segunda, es aquella que respeta el ritmo del niño y se pone en su lugar para escuchar y entender sus necesidades.

Yo soy partidaria de la segunda visión. No pretendo juzgar como desarrollan estos temas el resto de padres, sólo intento mostrar mi experiencia propia. Pero si creo que hoy en día tenemos más información para abordar estos temas y es algo que debemos aprovechar.

Nosotros hemos intentado en varias ocasiones que deje el chupete, pero todas ellas sin éxito. Podía estar un par de días sin el, pero al final desencadenaba en ansiedad, sensibilidad y malestar general. Después de leer sobre el tema, decidimos dejar que el proceso siguiera su curso.

¡Todos los niños dejan de usar chupete!

 

Nuestra experiencia

Aunque los niños tengan la última palabra, los padres podemos ayudar en el proceso.

Al ser algo progresivo, empezamos por explicarla que lo íbamos a utilizar sólo para dormir porque si jugabamos con él puesto, no la entendíamos cuando hablaba. Así conseguimos que no lo sacara a la calle y en casa estuviera el menor tiempo posible con él.

Después utilizamos un cuento para contárselo de una forma divertida. Ya sabéis que somos mucho de recurrir a cuentos para explicar situaciones, como os contábamos en el post de los 5 libros para estas Navidades.

Se llama “El libro dejachupetes”, de Vanesa Pérez-Sauquillo y Sara Sánchez.

 

Relata diez propuestas con rima para dejar el chupete y cada una relacionada con un niño. Lo que más me gusta de este cuento son sus ilustraciones y el final, donde deja un apartado para escribir y poner una foto contando dónde ha dejado el chupete nuestro hijo.

A raíz de leer y releer el cuento, ellos van entendiendo que deben elegir donde dejar su chupete y que cuando lo consigan, tienen que plasmarlo en el final como si se tratara de una historia más del cuento. ¡Me parece una idea genial!

Nosotros le sugerimos varias opciones: donarlo para otro bebé que no tuviese (¡que ideas! Jajaj), dejarlo debajo de la almohada para el Ratoncito Pérez, colgarlo como adorno del árbol de Navidad…

Al principio ella no estaba convencida… ¡pero el día llegó! Hace unos días cuando se fue a dormir, nos dijo que quería dejar el chupete debajo de la almohada para que se lo llevara el Ratoncito Pérez.

Le pregunté si estaba segura, porque una vez lo recogiera ya no iba a volver. Y ella con toda la seguridad del mundo, nos respondió con un SI.

El ratoncito Pérez vino y a cambio le dejó una carta y “dinerito” para que se comprase el juguete que quisiera. El regalo está muy bien para concederles su deseo por haber logrado el objetivo. Pero para mí, es de igual o mayor importancia hacerles llegar un mensaje que refuerce su valentía y su logro (Refuerzo positivo siempre). En nuestro caso, se lo escribió el Ratón Pérez (¡Qué privilegio!) y nosotros se lo recordamos durante los días posteriores.

dejar el chupete

 

No existe un libro de instrucciones y cada situación es un mundo. Pero si existe el dejar que las cosas sucedan con naturalidad y a su tiempo. Espero os haya servido de ayuda nuestra experiencia, sólo hay que tener paciencia y ese día llegará.

 

¿Usan chupete vuestros hijos? ¿Cómo han dejado el chupete ellos?

 

Miriam

@pedaleandocontacones

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