Consejos para aliviar los cólicos del lactante

Consejos para aliviar los cólicos del lactante

El cólico del lactante es un llanto excesivo que ocurre desde la segunda semana de vida hasta el tercer mes, y que afecta entre al 10% y al 30% de los bebés. En muchas ocasiones, supone una gran preocupación para muchos padres de bebés recién nacidos. Este trastorno, caracterizado por episodios de llanto inconsolable y malestar abdominal en los bebés, puede ser una experiencia desafiante tanto para el bebé como para sus padres. Estos episodios suelen ocurrir con mayor frecuencia en las tardes o noches, y pueden ser una fuente de preocupación y estrés para los padres. 

No se conocen las causas exactas del cólico del lactante, pero si que se asocian ciertos factores como la inmadurez del sistema digestivo del bebé, la sensibilidad a ciertos alimentos o la falta de sueño. Si tu bebé está sufriendo este trastorno, te damos algunos consejos para aliviar sus síntomas.

¿Cómo saber si mi bebé padece de cólicos del lactante?

Para identificar si tu bebé padece de cólicos del lactante, es importante prestar atención a ciertos signos comunes. Los bebés con cólicos suelen experimentar episodios de llanto inconsolable, que a menudo ocurren en la tarde o noche. Este llanto puede ser intenso y prolongado, y puede estar acompañado de signos como agitación, dificultad para dormir y cambios en el patrón de alimentación. Es fundamental descartar otras posibles causas de malestar, como problemas de salud o hambre, antes de atribuir los síntomas al cólico. 

Siempre que estemos preocupados por la salud de nuestro bebé, es aconsejable consultar a un pediatra para obtener una evaluación más precisa y recibir orientación sobre cómo manejar los cólicos del lactante y descartar otra posible enfermedad.

¿Qué hacer para aliviar los cólicos del lactante?

1. Mantas u otros objetos envolventes: Envolver a tu bebé puede ayudar a calmar al bebé y a reducir su sobreestimulación.

2. Establecer una rutina: Los bebés a menudo se sienten más cómodos y seguros cuando tienen una rutina predecible. Intenta establecer horarios regulares para la alimentación, el sueño y las actividades diarias.

3. Posición adecuada: Durante la alimentación, asegúrate de que tu bebé esté en una posición cómoda y ergonómica. Esto puede ayudar a reducir la ingestión de aire, lo que a su vez puede disminuir la formación de gases y el malestar.

4. Masajes suaves en el abdomen: Realizar masajes suaves en el abdomen del bebé en sentido de las agujas del reloj puede ayudar a aliviar el dolor abdominal y reducir los cólicos.

5. Uso de chupetes: Algunos bebés encuentran consuelo chupando un chupete. Esto puede ayudar a calmarlos y reducir el llanto.

6. Movimientos rítmicos: Muchos bebés se calman con movimientos rítmicos, como mecerlos suavemente en tus brazos o utilizar una hamaca suave. Estos movimientos pueden imitar la sensación de estar en el útero materno.

7. Evitar alimentos desencadenantes: Si estás amamantando, considera eliminar de tu dieta alimentos que puedan causar gases o irritación en el sistema digestivo del bebé, como lácteos, alimentos picantes o alimentos con alto contenido de cafeína.

8. Ayúdate de complementos alimenticios: Hoy en día existen complementos alimenticios infantiles diseñados específicamente para este tipo de trastornos. Algunos como Colimil Baby, están elaborados con extractos de manzanilla y melisa, y probióticos (Lactobacillus acidophillus) tindalizados, una combinación que ayuda notablemente a reducir las molestias que sufren los peques con estos cólicos.