Los cuidados del bebé recién nacido. Parte 1

 

 

Tener un bebé recién nacido es toda una experiencia, sin duda. Nueve meses de espera durante los que los papás (especialmente la mamá, no vamos a negarlo) se cuidan y se miman en espera de lo que va a llegar. Alegrías, preparativos, emociones, llanto, nervios y ¡por fin! nuestro ansiado retoño.

Los primeros días en el hospital son un poco confusos. Comienzan mil dudas y miedos, pero cuando llegamos a casa.. ¡horror! ¡El bebé no viene con manual de instrucciones!

Pero no os preocupéis, porque ni falta que hace. Además del sentido común y el instinto maternal o paternal, es útil contar con algunos consejos y algunos conocimientos sobre todo lo que es normal en un bebé recién nacido.

La piel

En las primeras semanas de vida, la piel del recién nacido puede tener un aspecto seco y descamado; se trata de un proceso de adaptación de la piel a un ambiente más seco. Para hidratársela, aplícale una crema o aceite corporal especial para bebés 1 o 2 veces al día, especialmente después del baño.

Además, en los primeros meses de vida, muchos bebés desarrollan una dermatitis (piel roja y sequita) en las mejillas, cejas, orejas y/o cuero cabelludo. Aplícale crema hidratante facial apta para bebés con frecuencia en las zonas de dermatitis. Por supuesto, ante cualquier duda, consulta con tu pediatra.

También es muy común la aparición de granitos en la cara y el cuerpo en las primeras 2 semanas de vida, se llama exantema del recién nacido (o engordaderas como lo llaman las abuelas). Es totalmente normal y desaparecen solos en pocos días.

El baño

En las primeras semanas de vida no es necesario que le bañes a diario (los bebés sudan poco y nunca huelen mal), por lo que al principio puedes hacerlo cada dos días si quieres. Tampoco hay ningún problema en hacerlo a diario, aunque la piel puede resentirse algo más. A partir del primer mes, sí será importante bañarle a diario y lavar bien todos los pliegues (cuello, piernas, brazos, ingles, genitales...) para prevenir irritaciones e infecciones por hongos.

Prepara el agua calentita sin quemar con un termómetro especial para el baño (aproximadamente a 36ºC), jabón neutro apto para bebés y una esponja suave. El pelito de la cabeza se puede lavar cada 2-3 días con champú para bebés. En cuanto salga del agua, envuelve bien al niño en una toalla suave tapándole la cabeza para que no pierda calor. Es mejor secar dando toquecitos para no irritar la piel.

 

Las uñas

Las uñas de las manos se pueden cortar (con una tijera de punta roma especial para bebé) a partir de la 1ª o 2ª semana de vida, que es cuando se despegan un poquito de la piel. A veces, será incluso más fácil limarlas con una lima de cristal.

El cordón umbilical y el ombligo

Lo más importante es mantenerlo limpio y seco. Limpia la zona con agua y jabón neutro en cada baño. Después lo secamos dando unos toquecitos con una toalla que no suelte pelusas o una gasa, sin frotar, dejando la zona al aire un ratito. No es necesario usar antiséptico para limpiarlo a no ser que tu pediatra o enfermera te lo indique.

El cordón umbilical suele caerse entre el 6º y el 10º día de vida; es normal que sangre un poco en el momento de caerse, y que luego quede una costra. Si huele mal o desprende una secreción purulenta consulta con tu pediatra.

 

¡Y ya tenemos suficiente por hoy! En el próximo post descubriremos la 2ª parte de los cuidados recomendados para nuestro precioso polluelo.

 

Irene

 

 

 

 

 

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