El poder de disfrazarse

Hace apenas dos semanas que hemos disfrutado de una fiesta que cada vez tiene más seguidores: Halloween.

A raíz de ese día, estuve ordenando una caja con disfraces que tenemos en casa y que vamos ampliando año tras año. No sólo de Halloween, sino de otras muchas fiestas que implican disfrazarse.

Tener una zona específica en casa o una caja con disfraces es una de las cosas más ilusionantes para los niños.  No debemos esperar a que haya una fiesta para disfrazarse sino que es bueno tener estos espacios todo el año, al alcance de ellos como si de cualquier otro juguete se tratara. Es una forma de aprender mientras se divierten.

Todos sueñan con ser superhéroes, princesas, superheroinas o con identificarse con su personaje favorito de dibujos. Y nosotros los padres, debemos darles todos los materiales posibles para que puedan dar rienda suelta a su creatividad. No podemos olvidarnos que la imaginación en edad infantil es una herramienta clave para su desarrollo y se recomienda fomentarla lo máximo posible.

Algunos de los beneficios de disfrazarse son estos:

• Ayuda a socializarse.


• Estimula la creatividad y la imaginación.


• Sirve para expresar sentimientos.


• Contribuye a dejar de lado la vergüenza por un momento.

Para los más pequeños, disfrazarse también es sinónimo de diversión, de poder ser otro y actuar como te gustaría o de compartir momentos que les producen felicidad. Y es que eso es a lo que deben dedicarse los niños, a jugar y a ser felices. La infancia es tan corta, que debemos dejar que disfruten al máximo de cada etapa.

No hace falta tener una colección muy grande de disfraces. Explorar en los armarios de casa y conseguir crear un disfraz a partir de lo que encuentran es algo que les llama mucho la atención. ¿Quién no se ha subido en los tacones de mamá o se ha puesto la corbata de papá? Podemos también utilizar pinturas para dar más realismo a la situación y dejar que se pinten ellos mismos. Existen pinturas específicas para ellos y… ¡No importa si se manchan! De hecho, mancharse también forma parte del juego y tiene múltiples beneficios para el desarrollo de los niños.

Desde aquí os animo a que potenciéis este tipo de juego y le deis importancia al poder de disfrazarse.

Tus hijos, ¿Ya tienen una caja de los disfraces?

Miriam

@pedaleandocontacones